Estrenamos nuestra nueva sección “Marcas Dominicanas con Alma de Larimar” con una firma que encarna perfectamente lo que queremos contar: Mina Ro Mina. Al frente, dos mujeres extraordinarias —Wendy Salcedo, dominicana, y Erika Ponce, mexicana— que han unido culturas, sueños y resiliencia para convertir la joyería en un lenguaje universal.
La fuerza de Mina Ro Mina está en la alquimia entre la energía creativa de Erika y la sensibilidad caribeña de Wendy: un equilibrio perfecto que ha llevado la marca mucho más allá de sus fronteras.
Su destino se selló en Jerusalén
donde un par de aretes unió sus caminos para siempre. No era casualidad: era el inicio de una sociedad creativa y espiritual que con el tiempo se transformaría en Mina Ro Mina.
Erika Ponce, directora creativa y fundadora, crea piezas inspiradas en la naturaleza desde lo más íntimo de su alma. En 2020, la marca aterrizó en Santo Domingo de la mano de Wendy Salcedo, con una presentación maravillosa ante la alta sociedad dominicana. Desde entonces, Mina Ro Mina no solo brilla en el Caribe: se comercializa en Estados Unidos y ha llegado también a Medio Oriente. Estamos hablando de joyas de escala mundial.
El camino no fue fácil. Abrir su primera tienda física en Ciudad de México y enfrentarse meses después al cierre por una pandemia global fue un golpe duro. Pero supieron adaptarse, dar el salto al canal online y descubrir que cada canal tiene un valor único cuando se combina con estrategia y foco.
Erika Ponce y Wendy Salcedo
Como tantas mujeres,
han enfrentado retos enormes: abrir un negocio global, convertirse en madres en el proceso y reinventarse en medio de la incertidumbre. En cada paso transformaron las dificultades en resiliencia y propósito. Contaron con el apoyo de sus parejas, quienes les recordaron lo esencial: “Recuerda que Mina Ro Mina tiene que hacerte feliz y entusiasmarte. Diviértete y disfruta del camino.”
Esa visión las llevó a preguntar directamente a sus clientas qué sentían al ponerse una joya de Mina Ro Mina. Todas respondieron lo mismo: “Reconocemos nuestra luz propia, nuestra esencia, nuestra belleza única.” Esa confirmación les mostró que sus joyas estaban cumpliendo su misión.
Cada pieza está elaborada a mano por artesanos
mexicanos expertos en trabajar la plata y el oro, inspiradas en momentos vitales que nos hacen resilientes. Como la orquídea: delicada y fuerte a la vez, capaz de renacer solo desde sus raíces. Esta flor —presente desde el primer taller de la firma, Casa Mina— simboliza ese renacer constante, como un ave Fénix que ambas fundadoras llevan en su interior.
La historia de Wendy Salcedo es también un testimonio de transformación: tras una carrera brillante como bróker de bolsa en Nueva York y ser la primera corredora de valores de uno de los puestos de bolsa más importantes del país, decidió dejar atrás más de 20 años de trayectoria financiera para dedicarse a lo que siempre amó: las joyas. Erika Ponce, por su parte, encontró en Wendy la socia valiente para hacer realidad su sueño: Mina Ro Mina.
Durante toda la entrevista hubo algo constante: alegría, sonrisa, fuerza, energía y respeto. Esa es parte de su esencia. Aunque sus joyas son una verdadera joya para la mujer, ellas mismas son inspiración pura: dos mujeres apasionadas cumpliendo sus sueños. No hay nada más poderoso que ver a alguien vivir lo que ama.
Mina Ro Mina no solo crea joyas: crea relatos de transformación, resiliencia y belleza interior. Por eso, en Larimar City celebramos tenerlas como aliadas y amigas. Esta historia apenas comienza, y sabemos que seguirá brillando con la misma luz con que nació: la de mujeres que viven lo que aman.
Por Macarena Perona
Adjunta a Dirección
Larimar City & Resort