¿Invertir en España o en República Dominicana? Una comparativa que merece atención

En los últimos años, muchos inversores con activos inmobiliarios en España han empezado a cuestionarse si su capital está realmente trabajando al ritmo que merece. La madurez del mercado español, la creciente presión regulatoria y una rentabilidad que ya no sorprende, han despertado la necesidad de mirar más allá. En este artículo comparto una comparativa directa y clara entre el entorno inmobiliario en España y las oportunidades que ofrece actualmente República Dominicana, con datos concretos y una perspectiva realista.

Rentabilidad: ¿dónde rinde más tu inversión?

En España, la rentabilidad bruta por alquiler ronda el 5-6 % en promedio, con máximos del 8-10 % en zonas muy específicas y de alta rotación. Pero incluso en estos casos, las cargas fiscales, las normativas de control de alquileres y los costes de mantenimiento pueden reducir sensiblemente ese margen.

En cambio, en República Dominicana —y especialmente en zonas con alta demanda turística como Punta Cana— las rentabilidades brutas oscilan entre el 8 % y el 12 %, con un coste de adquisición mucho más competitivo y exenciones fiscales aplicables en ciertos desarrollos turísticos como Larimar City. La plusvalía (revalorización del inmueble) también es significativamente más dinámica en el país caribeño, impulsada por el crecimiento del turismo, la llegada de capital extranjero y el desarrollo continuo de infraestructuras.

Estabilidad jurídica: certezas frente a incertidumbres

España cuenta con un marco jurídico sólido, pero en el sector inmobiliario hemos visto una tendencia creciente a regular el mercado del alquiler de forma restrictiva: limitaciones a la subida de rentas, amenazas de control de precios, o impuestos crecientes sobre segundas viviendas o pisos turísticos. Esto genera una sensación de inseguridad jurídica que, para el inversor, puede ser desalentadora.

En República Dominicana, el marco legal que protege la propiedad privada es claro, estable y favorable al inversor extranjero. No existe discriminación entre nacionales y foráneos a la hora de adquirir inmuebles. Además, leyes como CONFOTUR (Ley 158-01) otorgan incentivos muy atractivos para proyectos turísticos: exención del IPI (equivalente al IBI), del impuesto sobre la renta de alquileres y de la transferencia inmobiliaria durante hasta 15 años.

Fiscalidad: el impacto silencioso en tu rentabilidad

Uno de los grandes enemigos del rendimiento neto en España es la carga fiscal. Los impuestos sobre la propiedad, sobre la renta del alquiler y sobre la plusvalía, además de las tasas locales y autonómicas, reducen sensiblemente los márgenes del inversor.

En República Dominicana, gracias a las exenciones fiscales disponibles en proyectos aprobados por CONFOTUR, un inversor puede disfrutar de un horizonte fiscal mucho más liviano. Esto se traduce en más rentabilidad neta desde el primer día.

Contexto económico: dos velocidades, dos realidades

La economía española avanza a un ritmo contenido, con proyecciones de crecimiento del PIB en torno al 1,5–2 % anual, y con un mercado inmobiliario que da signos de cierta desaceleración en algunas plazas.

Por contraste, la economía dominicana creció un 5 % en 2024, con previsiones estables para los próximos años. Es una de las economías más dinámicas de América Latina, con fuerte respaldo del turismo, la inversión extranjera y una clase media en expansión. En este contexto, la demanda de vivienda (tanto turística como residencial) no solo se mantiene, sino que crece con fuerza.

Diversificación geográfica: un seguro frente a la incertidumbre

Invertir en un solo país, por muy seguro que parezca, es asumir un riesgo de concentración. Si España introduce nuevas medidas fiscales o regulatorias que penalizan la propiedad inmobiliaria, o si el mercado se estanca, todo el capital estará expuesto.

Diversificar geográficamente —por ejemplo, combinando activos en España con inversión en República Dominicana— reduce ese riesgo y ofrece una cobertura estratégica. En un mundo globalizado, tener una parte del patrimonio fuera del entorno local no es una extravagancia: es una decisión inteligente.

Conclusión: el momento de mirar al Caribe con otros ojos

La pregunta ya no es si República Dominicana es una opción viable para el inversor español, sino si puede permitirse no considerarla seriamente. Con rentabilidades superiores, un entorno legal y fiscal más amable, y una economía en expansión, el país caribeño ofrece condiciones que hoy difícilmente se encuentran en Europa.

Y dentro de ese contexto, Larimar City & Resort representa una oportunidad única: un desarrollo urbanístico de primer nivel, promovido por una empresa española cotizada, con todas las garantías de transparencia, calidad y ambición de futuro.

Si estás valorando nuevas opciones para proteger y hacer crecer tu inversión, lo mejor es que agendes una cita con nuestros asesores escribiendo a info@larimarcity.com. Estamos aquí para ayudarte a tomar decisiones informadas, con visión y sin presión.

Por Macarena Perona

Adjunta a Dirección

CLERHP

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