En cada gran proyecto hay un primer gesto, una chispa, un espacio donde todo comienza. En Larimar City, ese lugar se llama Origen.
Un restaurante con piscina y jacuzzi, sí, pero también un punto de encuentro emocional, un homenaje a las raíces del proyecto y una invitación a reconectar con lo esencial.
Origen nace del recuerdo y la emoción. De aquel primer espacio improvisado frente al farallón, donde nos reuníamos a soñar, a recibir a quienes luego se enamorarían de esta ciudad, a compartir un café mientras nacían las primeras ideas. Esa palapa sencilla fue nuestro primer hogar en Larimar, y desde ahí, todo cobró sentido. Diseñar Origen fue casi inevitable: era un tributo necesario a las raíces de esta comunidad que ha surgido desde cero. Hoy el equipo de arquitectura nos da las claves de Origen en esta sencilla pero profunda entrevista.
Diseñamos Origen desde un lugar profundamente emocional. Su inspiración nace de ese primer gesto colectivo, de una palapa frente a unmirador en el que observamos toda la costa del mar del Caribe y que nos reunió cuando todo era apenas una idea.
Queríamos que este espacio hablara de aquello que nos unió desde el inicio: la sencillez, la conexión con la naturaleza, y la belleza que emerge cuando un lugar es capaz de inspirar comunidad.
¿Cómo se refleja la idea de “origen” en los elementos arquitectónicos del restaurante?
Todo en Origen está pensado para parecer que siempre estuvo ahí. Usamos piedra coralina local, techos de cana, estructuras que se abren y se recogen según lo dicta el paisaje. La arquitectura se retira un poco para dejar hablar al entorno, para enmarcarlo sin dominarlo.
Desde las terrazas curvas hasta la piscina infinita entre los árboles, cada línea, cada textura, nos devuelve a lo esencial: aquello que nos conecta con la tierra, con el agua, con la vida.
¿Hay algún elemento arquitectónico distintivo que consideréis el corazón del proyecto?
Sin duda: la piscina infinita frente al farallón. Surgió de una caminata del equipo (Juan Andrés, Nicolas y Arisleidy) por el terreno, cuando observamos un desnivel natural y lo vimos claro: ahí debía emerger una piscina escondida, de forma libre, como una extensión misma del acantilado.
Recordamos también aquel momento en que Juan Andrés, sentado en la palapa original, señaló la ladera y dijo: “ahí habrá unas terrazas altas para disfrutar del restaurante… y junto a ellas, una piscina”. Hoy, ese gesto visionario es una realidad tangible que emociona.
¿Cómo se tuvo en cuenta la sostenibilidad en el diseño de Origen?
La sostenibilidad fue parte del diseño desde el primer boceto.
Reutilizamos piedra coralina del mismo terreno, evitamos cortes agresivos en la topografía y mantuvimos la vegetación autóctona siempre que fue posible. La orientación del espacio permite aprovechar la ventilación cruzada y la sombra natural, reduciendo el consumo energético y respetando el entorno.
Diseñamos Origen con la convicción de que construir en armonía es posible —y necesario.
¿Cuál fue el mayor reto a nivel arquitectónico durante el desarrollo de Origen?
El mayor reto fue integrar una propuesta arquitectónica contemporánea sin romper con la fuerza natural del lugar. El terreno nos hablaba: sus desniveles, su vegetación, su historia.
Más que diseñar sobre el paisaje, decidimos diseñar con él.
Fue un proceso técnico exigente, pero profundamente gratificante. Lo más valioso fue descubrir que la respuesta estaba ya ahí: solo debíamos escuchar.
Para nosotros, Origen no es solo un restaurante. Es una emoción hecha arquitectura.
Es el símbolo de los primeros pasos en Larimar, el reflejo físico de un recuerdo colectivo. Su alma nació mucho antes del diseño: nació en una palapa sencilla frente al farallón, donde nos reuníamos a compartir ideas, a soñar con lo que Larimar podía llegar a ser.
Recordamos especialmente la fiesta de Navidad de 2024. Aún no existía Origen como tal, pero estábamos todos allí, con el viento del mar acariciando la noche y las luces de la ciudad al fondo. Sentíamos —sin necesidad de decirlo— que ese lugar tenía algo especial. Que merecía ser mucho más. Y así fue.
Hoy Origen es eso: una conexión entre la idea y la vida, entre lo natural y lo humano, entre lo que fuimos y lo que queremos ser. Es un espacio que ancla emocionalmente la experiencia de Larimar, que invita a detenerse, contemplar y compartir.
Esperamos que con el tiempo se convierta en un punto de encuentro lleno de vida. Un escenario para celebraciones, charlas al atardecer, encuentros familiares, ideas nuevas…
Y sobre todo, que nunca deje de emocionar. Que quienes lo visiten por primera vez no se lleven solo una imagen bonita, sino una sensación profunda. Porque si algo define a Origen, es su capacidad de conectar con lo auténtico.
Que sintieron algo.
Que no fue solo una comida, una vista o una piscina, sino una conexión real con el lugar.
Que recordaron lo importante que es volver a lo esencial, a lo auténtico.
Porque si algo define a Origen, es que no busca impresionar, sino emocionar.
Gracias al equipo de Arquitectura de Larimar City por compartir no solo el proceso creativo, sino también la emoción profunda que dio forma a Origen.
Este amenity, el primero en hacerse realidad, no es solo un espacio construido: es la expresión más auténtica de cómo empezó todo.
Una obra que nos recuerda que cada ciudad, como cada historia, tiene un lugar donde todo comienza. Y ese lugar, aquí, se llama Origen.
Por el Departamento de Arquitectura
Arisleidy Herrera Mercedes
Arquitecta
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