Poner en lo más alto en Larimar City & Resort a las personalidades más internacionales de República Dominicana es una de nuestras misiones para dar a conocer al mundo entero por qué este país es tan especial. Por eso hoy estamos con el jugador de golf masculino del país que ha cosechado más éxitos en la historia de este deporte en RD; algo que, lejos de presionar a Willy, le da fuerza para seguir abriendo camino en este país.
Un país que hace ya 105 años se inició en el golf de mano de los americanos. Quizá de ahí venga que, con 17 años, nuestro querido Willy volviera a Florida para hacerse jugador profesional, juego que practicaba con su padre desde que iba en pañales —literalmente hablando—. Le preguntamos por los primeros recuerdos del golf en su vida y siempre son en el campo con su padre y su tío: buenos referentes para iniciarse en amar un deporte; la familia.
Tenemos que señalar la enorme calidad humana, cercanía y familiaridad con la que nos recibe durante uno de sus torneos en Punta Cana. Abre agenda para que podamos hacerle esta entrevista, que le genera ilusión. Nos muestra orgulloso fotos de su bebé; se le iluminan los ojos cuando las muestra, y habla de su familia, su mujer, su abuela, sus amigos. Sorprende que alguien con tanta visibilidad, fama e inaccesibilidad como jugador profesional y olímpico tenga como rasgos más relevantes su sencillez y calidez humana, y dice mucho de quién es. Queríamos empezar por este lado más personal, cuando no siempre se ve, pero se agradece.
Él es atleta CRESO, apoyado por un sinfín de empresas de todo el país para desarrollar su carrera como olímpico. Y si le preguntamos por la ambición de conseguir nuevos títulos, con claridad extrema nos cuenta que su meta es conseguir medalla en las distintas convocatorias de juegos como son en 2026 en Centroamérica, en Lima en 2027 y en Los Ángeles en 2028. Como pueden comprobar, es un reto que primero no le da miedo y segundo, ya ha planificado para alcanzarlo.
Sobre su trayectoria para convertirse en jugador profesional, le preguntamos y nos habla de diferentes figuras que le marcaron significativamente para transformarse. Nos habla del proceso, de cómo la única vía para ganar la batalla es “quemando los barcos”. Cómo visualizar el proceso día a día, semana a semana, mes a mes, hace que consigas llegar a la meta que te propones a cinco años vista. Pero además nos habla de equipo, en uno de los deportes más solitarios del plantel. Un juego mental, de silencio, de soledad durante 4 o 5 horas en el campo, que sólo sale bien si te has rodeado de un equipo de diez que te eleva a otra liga.
Diferentes nacionalidades, técnicas, categorías, profesionales variados que hacen de este jugador un tipo perseverante, ambicioso, fuerte, apasionado, ambicioso de victorias, pero con una sonrisa que desmonta y una cercanía extrema. Es bandera de su país: la amabilidad le llena cuando habla de su patria. Sus gentes, su clima, su hogar han marcado su vida, y él lo representa excelentemente con esa amabilidad dominicana.
Le preguntamos por situaciones icónicas. Nos habla de campos de golf con magia, a las faldas de un volcán o en las tierras italianas más bonitas que conoce. Pero, sin duda, lo que le cambió la forma de entender su carrera fue su abuela, Socorro Castellanos. Ella le dijo: “Mi niño, tienes que cambiar, no puedes perderte lo más bonito de tu carrera”. Viajando por el mundo durante más de 35 semanas al año, con cerca de 74 vuelos en este año, debía poder “vivir”. Es decir, disfrutar fuera del campo para llenarse de vida cuando entre en él. Fue su abuela quien le dijo que conociera cada cultura, cada gastronomía, cada gente, y dice que ese día cambió su vida. Gracias a ella (ahora desde el cielo), tiene amigos en todos los países, culturas y restaurantes favoritos allá donde va. Podría montar un blog gastronómico. Aunque si hablamos de un futuro más lejano, habla con generosidad de ofrecer a los que no tuvieron y tienen las mismas oportunidades de convertirse en grandes jugadores internacionales como él, para desde su legado fomentar el lanzamiento de nuevos jugadores de golf dominicanos que lleguen, como él, a lo más alto.
No sabemos si se jubilará como jugador profesional en algún momento, pues le apasiona este deporte. Lo que sí sabemos es que jamás dejará de poner pasión a lo que más ama: el golf. Sea como sea, tenga el número que tenga en los rankings mundiales, sabemos que seguirá siendo ese tipo genial al que todos querríamos tener de mejor amigo.
Gracias, Willy, por mostrarte tal como sos, por dejarnos que te mostremos al mundo como el dominicano más top de uno de los deportes más bonitos que hay: el golf.
Macarena Perona
Comunicación
LARIMAR CITY
Comparar listados
CompararPor favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.