En la primera fase del proyecto Larimar City nace Amanalú, un restaurante concebido para ofrecer mucho más que una propuesta gastronómica. Este espacio representa una nueva forma de entender el lujo: una experiencia que combina arquitectura, naturaleza, sabor y emoción. Situado en un enclave privilegiado del Caribe, Amanalú marca el inicio de un estilo de vida exclusivo, sereno y conectado con el entorno.
Amanalú no es simplemente un restaurante. Es un lugar donde el tiempo se desacelera, los sentidos se despiertan y la calma se convierte en protagonista. Cada detalle ha sido diseñado para crear una atmósfera envolvente, donde el visitante se siente acogido por materiales nobles, iluminación cálida y una ambientación armónica.
Más allá del sabor, Amanalú propone una inmersión completa: una experiencia multisensorial que deja huella.
Para conocer el alma de Amanalú, hablamos con la arquitecta responsable del proyecto. Nos cuenta que la inspiración surgió en un amanecer, al contemplar el azul profundo del mar desde el farallón. Fue en ese instante donde nació el nombre Amanalú, fusión de “amanecer” y “azul”, un guiño poético a la piedra larimar y a la esencia del proyecto que la envuelve.
Inspirado en la arquitectura mediterránea, pero reinterpretado con identidad caribeña, el restaurante se ubica frente a una piscina natural suspendida a 100 metros sobre el nivel del mar. Esta playa artificial elevada transforma el espacio en un escenario visualmente impactante, donde se reproduce la sensación de estar junto al mar a través de sonidos, brisa y luz.
La piedra coralina y la madera son los grandes protagonistas del diseño. La coralina, abundante en el entorno de Larimar, se integra como elemento identitario y sostenible. Las texturas naturales, los tonos suaves y las líneas orgánicas refuerzan la sensación de calma y elegancia.
Cada decisión espacial busca abrir el restaurante al paisaje, evitar barreras visuales y fomentar una arquitectura fluida, amable y en perfecta sintonía con la naturaleza.
Uno de los mayores retos fue romper con la estética tradicional del restaurante de playa en República Dominicana. Amanalú se aleja de la imagen del chiringuito tropical y propone un nuevo paradigma: un espacio refinado, con alma caribeña, que ofrece lujo relajado sin perder autenticidad.
Mediante juegos de niveles, contrastes de iluminación y ambientación cuidada, se logra una atmósfera que combina sofisticación y comodidad. El resultado es una experiencia inmersiva y elegante, ideal para quienes buscan algo distinto.
Entre los espacios más especiales de Amanalú, la zona chillout destaca como un verdadero refugio de serenidad. Al aire libre, rodeada de vegetación, con música suave y una carta selecta de cócteles, esta área se convierte en un auténtico oasis frente a la playa artificial. Un lugar donde compartir conversaciones íntimas al atardecer o simplemente dejarse llevar por la tranquilidad del entorno.
La transición entre el interior y esta zona exterior ha sido diseñada sin fisuras, invitando al visitante a moverse con libertad y sentirse siempre en armonía con el paisaje.
Amanalú es mucho más que un restaurante del proyecto Larimar City & Resort. Es una declaración de principios. Refleja la visión de Larimar como un destino exclusivo, sostenible y profundamente conectado con la naturaleza.
Este espacio inaugura una serie de propuestas que redefinen la experiencia de vivir en el Caribe: diseño, calidad, bienestar y un estilo de vida consciente, donde cada momento cuenta.
Por el Departamento de Arquitectura
Arisleidy Herrera Mercedes
Arquitecta
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