Durante 2025, el turismo en la República Dominicana ha alcanzado cifras históricas, consolidando al país caribeño como uno de los destinos más demandados del Caribe. Entre enero y noviembre, se registraron 10 284 251 visitantes – entre turistas vía aérea y cruceristas -, un dato que anticipa con claridad un cierre de año récord. (Presidencia de la República Dominicana)
Ese volumen no sólo supera ampliamente las llegadas de 2019, sino que representa un incremento del 52 % respecto a ese año, del 13 % frente a 2023, y del 3,1 % con respecto a 2024.
Por vía aérea, entre enero y noviembre de 2025 arribaron 7 884 421 turistas, lo que supone un crecimiento del 35 % respecto a 2019. Al mismo tiempo, los cruceristas totalizaron 2 399 830 pasajeros, marcando un espectacular aumento del 153 % respecto al 2019.
Estas cifras estadísticas no son meros números: reflejan la consolidación de la República Dominicana como destino preferido en el Caribe.
Un auge sostenido: qué impulsa el récord
Gran parte del éxito de 2025 se explica por una combinación de factores que han convergido favorablemente. Primero, la conectividad aérea ha mejorado notablemente gracias a nuevas rutas, más frecuencias de vuelo y una recuperación robusta del tránsito hacia y desde mercados emisores tradicionales como Estados Unidos, Canadá y Europa.
Además, el sector crucerista experimentó un despegue impresionante, gracias al aumento de escalas en puertos dominicanos y al regreso de cruceros con mayor frecuencia. Esa diversificación entre turismo aéreo y marítimo ha ampliado el rango de visitantes, sumando no solo a turistas de sol y playa, sino también a quienes prefieren viajes más dinámicos.
Pero no basta con conectar bien: la República Dominicana ha seguido apostando – y con éxito – por ofertar una experiencia turística variada. Playas paradisíacas, turismo de cruceros, experiencias culturales, gastronomía local y naturaleza han sido combinados con una fuerte promoción internacional que potencia su atractivo. Esa mezcla ha permitido captar distintos tipos de viajeros, desde familias hasta parejas, jóvenes o viajeros internacionales de alto poder adquisitivo.
También es relevante el papel de los gobiernos, instituciones y actores privados: el sector público impulsa políticas de promoción y facilitación; el sector hotelero amplía su oferta; las agencias de viaje y tour-operadores promueven paquetes atractivos; y, en general, hay una coordinación eficaz que convierte la visita en una experiencia fluida y de calidad.
¿Qué depara el futuro del turismo en República Dominicana?
Con las cifras actuales y las dinámicas en marcha, la proyección es optimista. Las autoridades estiman que el país podría cerrar 2025 con entre 11,6 y 11,7 millones de visitantes, lo que supondría un nuevo hito en la historia turística del país.
Más allá del número, los analistas coinciden en que el potencial de crecimiento continúa latente. La Diversificación turística, la mejora de infraestructura, la expansión de rutas aéreas, y el interés creciente de mercados emisores emergentes auguran un 2026 intenso.
De hecho, la recuperación y renovación de la industria turística tras la pandemia parece consolidarse en el mediano plazo: la República Dominicana se perfila como uno de los destinos más competitivos del Caribe, con la capacidad de atraer tanto turismo de masa como segmentos premium, y con una oferta suficientemente amplia para evitar la saturación de los destinos tradicionales.
Ese crecimiento persistente puede traducirse no solo en incrementos de visitantes, sino en un turismo más sofisticado, diversificado y rentable.
Larimar City & Resort: por qué llega en el momento ideal
En ese contexto de auge turístico, proyectos inmobiliarios y de resort como Larimar City & Resort se encuentran ante una oportunidad excepcional.
El dinamismo turístico no solo incrementa la demanda de alojamiento, sino que convierte a desarrollos bien ubicados y con oferta de calidad, como Larimar, en opciones atractivas tanto para turistas como para inversores interesados en estancias medias/largas, alquiler vacacional o segunda residencia.
Además, un proyecto con visibilidad de futuro, que combine atractivo vacacional, servicios modernos y proximidad a atractivos turísticos consolidados, se beneficia del “efecto halo” de un país en auge. Para Larimar, esto significa mayor interés, confianza inversora y proyección a medio plazo.
Conclusión
El 2025 ha confirmado lo que muchos ya sospechaban: la República Dominicana vive un resurgir turístico pleno y sostenido. Alcanzar más de 10,2 millones de visitantes en apenas once meses y proyectar un cierre cercano a los 12 millones marca un hito histórico.
Para destinos, resorts y proyectos inmobiliarios como Larimar City & Resort, este contexto ofrece un entorno óptimo para crecer, consolidarse y captar la atención de turistas e inversores de todo el mundo.
El Caribe sigue brillando, y República Dominicana está escribiendo una nueva página dorada en su historia turística.
Natalia Kvirikashvili Sadikova
Departamento de Comunicación
CLERHP