Al adentrarse en el mercado inmobiliario, se presentan dos estrategias principales que los inversores suelen considerar: comprar para alquilar y comprar para vender. Ambas tácticas tienen ventajas y desventajas únicas que atraen a diferentes perfiles de inversores, dependiendo de sus objetivos y tolerancia al riesgo.
Comprar para alquilar vs comprar para vender.
La elección entre estas dos rutas depende de diversos factores, incluyendo:
¿Se busca un ingreso constante o una ganancia considerable en el corto plazo?
Los mercados pueden fluctuar, afectando tanto el valor de propiedad como las tasas de ocupación.
Ser propietario arrendador requiere gestión continua, mientras que vender permite una desconexión más rápida del activo.
Analizaremos cada estrategia detalladamente, examinando cómo generan ingresos y qué potencial de ganancias ofrecen.
Invertir en vivienda para alquilar se ha convertido en una estrategia atractiva para muchos inversores. La posibilidad de obtener ingresos pasivos mes a mes es una perspectiva tentadora, pero es importante entender los números detrás de esta afirmación.
Al adquirir una propiedad con el objetivo de alquilarla, te posicionas para recibir un flujo constante de ingresos. Esto significa que, tras la inversión inicial y los gastos asociados con la compra y puesta a punto del inmueble, puedes esperar un retorno periódico sin requerir una participación activa diaria.
En Larimar City, comprendemos que no todos nuestros compradores pueden viajar hasta Punta Cana para preparar la vivienda para los inquilinos. Por eso, al invertir en cualquiera de nuestros proyectos, como Horizon View, ofrecemos un servicio integral de gestión de alquiler vacacional, donde nosotros nos encargamos de todo. Preparamos el apartamento para recibir a tus huéspedes, gestionamos la limpieza y la atención personalizada durante su estancia.
Esta es una de las razones más importante por las que invertir si estás pensando en comprar para alquilar.
En comparación con el mercado de valores u otras inversiones más líquidas, la rentabilidad del alquiler ofrece ventajas distintas:
Al comprar una propiedad para alquilar, obtienes el control directo sobre su gestión. Esto implica poder seleccionar cuidadosamente a los inquilinos y establecer políticas y reglas que se ajusten a tus preferencias y objetivos de inversión.
Además, tienes la capacidad de tomar decisiones sobre el mantenimiento y las mejoras de la propiedad, lo que te permite mantenerla en condiciones óptimas y aumentar su atractivo para los inquilinos.
La estrategia de comprar para vender tiene varios beneficios que pueden ser especialmente atractivos si buscas un retorno de inversión a corto plazo.
Al comprar, reformar y vender, puedes obtener un beneficio significativo en un período relativamente corto. Si se realiza eficientemente, la revalorización de la propiedad post-reforma puede superar con creces los costos iniciales.
Una propiedad recién renovada es más atractiva para los compradores potenciales. Mejoras estéticas y funcionales aumentan el interés y pueden justificar un precio de venta más alto.
En mercados inmobiliarios en ascenso, puedes beneficiarte del incremento natural del valor de las propiedades además del valor agregado por las reformas.
Tienes la oportunidad de influir directamente en el valor final del inmueble mediante las mejoras que decidas realizar.
Cómo vivir de rentas inmobiliarias:
consejos prácticos
Si bien vivir de rentas inmobiliarias suele asociarse con alquilar propiedades, aquellos que compran para vender también pueden generar ingresos recurrentes si reinvierten las ganancias obtenidas en nuevas propiedades para seguir el mismo proceso.
Aquí algunos consejos prácticos para optimizar esta estrategia:
Al final, tanto si eliges invertir en propiedades para
alquilar
comprar
reformar y vender
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